S�lo hay un bien: el conocimiento. S�lo hay un
mal: la ignorancia.
Mi
libro de sabidur�a
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El
hombre que calculaba
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�
La m�s noble cualidad humana que una persona puede tener es
definitivamente
El Agradecimiento
�
Has las cosas no para que te las agradezcan, pero trata de hacerlas para gente
agradecida.
Cipriano
�
Querer ayudar a los dem�s es una trampa peligrosa.
Epicteto de Frigia
�
Cometer un error es humano, pero lo es m�s querer culpar a otros de nuestros
errores.
Padre Baltasar Graci�n
� El
hero�smo no se puede exigir, pero la cobard�a no se debe disculpar. Valent�n
Moragas Roger
� �
El mundo esta desquiciado �Vaya faena, haber nacido yo para querer
arreglarlo!
W. Shakespeare, (Hamlet)
� Si no quieres ser llamado cobarde, jam�s
renuncies a tus deberes por duros y dificiles que parezcan.
H�ctor A. Garc�a
� Lo
que me preocupa no es que me hayas fallado, sino que, de ahora en adelante,
ya no podr� creer m�s en ti.
Friedrich W. Nieztsche
� Donde no hay sacrificio, no hay amor.
Adolfo Kolping
� En este mundo no se logra nada �til ni grande
sin esfuerzo ni sacrificio.
Adolfo Kolping
� La verdad le es �til al que la escucha, pero
desventajosa a quien la dice, porque lo hace odioso.
H�ctor A.
Garc�a
� El primer paso del ignorante es presumir que sabe.
Anon�mo
� No dependemos de la inmensidad del mundo; la
inmensidad del mundo depende de nosotros.
Arthur
Schopenhauer.
� A menos que creamos en
nosotros mismos, nadie lo har�; este es el consejo que conduce a la
realizaci�n y al �xito.
H�ctor A. Garc�a
� Un hombre que no
arriesga nada por sus ideas, o no valen nada sus ideas, o no vale nada el
hombre.
Plat�n..
� La lucha diaria es la madre de
todas las cosas.
H�ctor A.
Garc�a
�
La mentira gana por un rato, pero la verdad termina ganando el juego.
H�ctor A. Garc�a
� Ya lo dijo otro, el peor fracaso es la
perdida del entusiasmo.
H�ctor A. Garc�a
� �Sabes algo Johanna, lo que m�s me sorprende? Es
la impotencia de alguna gente para conservar algo. No hay sino dos poderes
en el mundo: el poder de la mentira y el poder de la verdad. A la larga, la
mentira siempre es
vencida por la verdad.
H�ctor A. Garc�a
� La violencia es el
�ltimo recurso del incompetente, la estrategia activista proactiva es el
arma de los poderosos.
Isaac Asimov.
� El hombre inteligente no
es el que tiene muchas ideas, sino el que sabe sacar provecho de las pocas
que tiene.
H�ctor A. Garc�a
� La educaci�n hace al
pueblo f�cil de dirigir, pero dif�cil de manipular, f�cil de gobernar pero
imposible de esclavizar.
Lord Brougham.
� Por que me dijeron que
no podria hacerlo, por eso fue que lo hice.
H�ctor A. Garc�a
� Las metas e ideales que nos mueven, se generan
a partir de la imaginaci�n. Pero no est�n hechos de sustancias imaginarias.
Se forman con la dura sustancia del mundo de la experiencia f�sica y social.
John Dewey, (Una
fe com�n).
� La libertad no es hija del orden, sino su madre.
P. J.
Proudhom.
Una vez descartado lo imposible, lo
que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad.
Arthur Conan doyle
� Lo que mejor se aprende,
es lo que descubre uno mismo...
H�ctor A. Garc�a
� La Guerra es una masacre entre gentes que no se
conocen para provecho de gentes que si se conocen ,pero que no se masacran.
Paul Valery.
� Quiero seguir siendo este hombre imposible, ya
que todos los que hoy son posibles ya cambiaron.
Bakunin.
�
No hay maestro en algo,
que no pueda ser disc�pulo de eso mismo.
H�ctor A.
Garc�a
� La fuerza, cuando est� administrada por el
estado se llama "Derecho" y cuando esta administrada por el individuo se
llama "Delito".
Max Stirner.
� No hay nada bello sino lo verdadero; s�lo lo
verdadero merece amarse.
Boileau.
� La inspiraci�n existe,
pero tiene que encontrarte trabajando...
Pablo Picasso.
El hombre bien preparado
para la lucha ya ha conseguido medio triunfo.
Miguel de Cervantes
� Hacer es el mejor modo de decir.
Jos� Mart�.
� Si la televisi�n se hizo para educar,
entretener e informar, deber�an buscar gentes que sepan como lograr ese
efecto.
H�ctor A. Garc�a
� La fuerza superior y el
poder interno se rebelan y potencian en la adversidad y al quedarse uno
solo, pero con Dios.
H�ctor A. Garc�a
� Ojo por ojo, y el mundo
acabar� ciego.
Ghandi.
� La
educaci�n es al hombre lo que el molde al barro, le da la forma.
� Si no les
puedes convencer, confundelos.
Ley del
Truman.
�
La muerte para los
jovenes sin metas e ideales es como naufragar, y para los viejos creyentes y
seguidores de algo, es como llegar a puerto.
H�ctor A.
Garc�a
� La iglesia que m�s
ilumina es la que arde.
Dicho Anarquista.
� El amor es como el fuego,
que si no se comunica se apaga.
Giovanni Papini.
�
Ya
me frustr� y decepcion� bastante con los dem�s, ahora lo hago como yo lo
so�e.
H�ctor
A. Garc�a
� Rie mucho y el mundo
reira contigo. Llora y lloraras solo.
� El d�a m�s perdido es
aquel en que no se ha reido.
� El chisme es una mentira
al infinito.
Mariux.
� Somos m�s sinceros
cuando estamos iracundos que cuando estamos tranquilos.
Cicer�n.
�
El
mentiroso tiene dos problemas:
que ni cree ni es cre�do.
H�ctor
A. Garc�a
� S�lo hay dos cosas
infinitas: el universo y la estupidez humana; pero de la primera no estoy
bien seguro.
Einstein.
� El tiempo que tenemos de
vida es muy corto, no hay que desperdiciarlo haciendo da�o a otros sino
llen�ndonos de relaciones agradables.
Ricardo Mestre.
� El amor es hijo de la
Libertad, nunca de la dominaci�n.
Erich Fromm.
� El secreto de los
valientes: es que nunca dicen que tienen miedo...
H�ctor A. Garc�a
� Quien no conoce nada, no
ama nada. quien no puede hacer nada, no comprende nada. quien nada comprende,
nada vale. Pero quien comprende, tambi�n ama, observa, ve... cuanto mayor es
el conocimiento inherente a una cosa, m�s grande es el amor...
Paracelso.
� Hay gente tan sumamente
pobre, que s�lo tiene dinero.
� Independiente siempre,
aislado nunca.
Emilio Viscanti.
�
El que
le
confi� sus
andanzas y
secretos a otro, se
hizo esclavo de �l, creeme
que cierto es.
H�ctor A.
Garc�a
� La vida no es importante
por el n�mero de d�as que tenga, sino por la vida que tenga el n�mero de tus
d�as.
� Muchos afirman que Dios
creo todo, pero ellos nunca se han preguntado: �qui�n creo a Dios?...
� ...nosotros so�amos; �Acaso
no ser� toda nuestra vida un sue�o?...
Arthur Schopenhauer.
� Cuanto m�s vulgar e
ignorante es el hombre, menos enigm�tico le parece el mundo; todo lo que
existe le parece que se explica por s� solo, porque su inteligencia no ha
rebasado a�n la misi�n primitiva de servir a la voluntad en calidad de
mediadora de motivos.
Arthur Schopenhauer.
�
Conocer algo y poderlo demostrar, nos
hace valioso dos veces.
H�ctor A.
Garc�a
� La tragedia de aquellos
que creen en una Iglesia, es que su f� controla su intelecto...
� Cuando ya no puedas re�r,
entonces te puedes matar; mientras todav�a puedas re�r espera, ya que la
risa es una victoria sobre la vida y la muerte, es un signo de qe se es amo
de todo.
Ricardo Mestre.
� Cuando un hombre no
puede hacer nada tracendente, no tiene un imperio reconocido y no sirve para
ninguna labor social o comunitaria, entonces escribe un libro de superaci�n personal.
H�ctor A. Garc�a
�
Cuando uno no hace lo que la gente quiere, dicen que uno
esta mal y si lo hace, esta mal hecho...
H�ctor A. Garc�a
� Querer siempre m�s, no
es mejor que tener ya lo suficiente.
Mariux.
� Quien habla mucho, mucho
tiene que justificar. qien habla poco, poco se equivoca.
Mariux.
�
Habla
en las diferencias como lo puesto en el testamento, que mientras menos
dices, menos lios.
H�ctor A.
Garc�a
� Hay que situarse siempre
del lado del honor y la justicia, lo que sustenta al espiritu haci�ndolo
invencible.
Augusto Cesar Sandino.
- Yo le tenia
miedo a la soledad y al silencio y fijate, hoy en dia son mis mejores
amistades, gracias a ellas, hoy te deleitas de este portal.
H�ctor A. Garc�a
� El hombre no es
extranjero en ninguna parte.
Joaqu�n Trincado.
� No debes esperarlo todo
de regalo.
Joaqu�n Trincado.
� El que nada sacrifica, a
nada tiene derecho.
Joaqu�n Trincado.
Tu verdad aumentar� en la medida que
sepas escuchar la verdad de los otros.
Martin Luther King
� �Quieres tener derechos?
cre�te primero obligaciones.
Joaqu�n Trincado.
Para
ser integro solo basta ser sincero con uno mismo.
H�ctor A.
Garc�a
� El progreso se adquiere
por esfuerzo propio.
Joaqu�n Trincado.
� No debe existir f� ciega,
sino estudio; convencimiento, que hacen f� viva, porque s�lo las obras hacen
f�.
Joaqu�n Trincado.
No te alabes a ti mismo
demasiado ni calumnies a otros, a�n quedan muchos d�as por venir y tu
riqueza de hoy puede ser ma�ana pobreza y sonrisa de hoy puede ser ma�ana
tristeza.
H�ctor A. Garc�a
� No comprender una cosa
no da derecho a negarla.
Joaqu�n Trincado.
� No
censures ni hagas critica de lo que no entiendes. La critica de lo que se
desconoce es calumnia. El calumniador es v�l y comete muchos crimenes.
Joaqu�n
Trincado.
� La risa del ignorante es
imbecilidad.
Joaqu�n Trincado.
� �Ves falta en tu
semejante? Mira bien, no sea tuya.
Joaqu�n Trincado.
� Tu quieres ser sabio?
Estudia en t� mismo, habla poco, piensa alto, mira hondo, observa siempre y
aprende de todos.
Joaqu�n Trincado
� El que sabe amar, es el
que sabe m�s. Amor es la ley.
Joaqu�n Trincado.
� Quieres triunfar hermano?
Hazte ideas propias, con�cete en verdad, se se�or de ti mismo y esclavo de
tu deber.
Joaqu�n Trincado.
� Muchos tenemos la luz
apagada. Debemos tratar de encenderla pronto con luz y verdad.
Joaqu�n Trincado.
Si quieres que
algo este bien hecho, por favor no envies a nadie, ya te lo han dicho un
mont�n de veces, vete y hazlo tu mismo.
H�ctor A. Garc�a
� La prostituci�n no esta
en el cuerpo, esta en el cerebro.
Mariux.
Citas por
Nicolas de Maquiavelo (no todas son malas)
Resistencia a los
cambios
Los hombres viven tranquilos si se les
mantiene en las viejas formas de vida. La incredulidad de los hombres, hace
que nunca crean en lo nuevo hasta que adquieren una firme experiencia de
ello. La naturaleza de los pueblos es muy poco constante: resulta f�cil
convencerles de una cosa, pero es dif�cil mantenerlos convencidos.
La venganza
A los hombres se les ha de mimar o aplastar,
pues se vengan de las ofensas ligeras ya que de las graves no puede: la
afrenta que se hace a un hombre debe ser, por tanto, tal que no haya ocasi�n
de temer su venganza.
Cuando iniciar el
combate
No se debe jam�s permitir que se contin�e con
problemas para evitar una guerra porque no se la evita, sino que se la
retrasa con desventaja tuya.
Imitar a los
grandes hombres
Un hombre prudente debe discurrir siempre por
las v�as trazadas por los grandes hombres e imitar a aquellos que han
sobresalido extraordinariamente por encima de los dem�s, con el fin de que,
aunque no se alcance su virtud algo nos quede sin embargo de su aroma.
Las recompensas
Quien cree que nuevas recompensas hacen
olvidar a los grandes hombres las viejas injusticias de que han sido
v�ctimas, se enga�a.
La crueldad
Se puede hacer un buen o mal uso de la
crueldad. Bien usadas se pueden llamar aquellas crueldades (si del mal es
l�cito decir bien) que se hacen de una sola vez y de golpe, por la necesidad
de asegurarse, y luego ya no se insiste m�s en ellas, sino que se convierten
en lo m�s �tiles posible para los s�bditos. Mal usadas son aquellas que,
pocas en principio, van aumentando sin embargo con el curso del tiempo en
lugar de disminuir.
Las injusticias y
los favores
Las injusticias se deben hacer todas a la vez
a fin de que, por probarlas menos, hagan menos da�o, mientras que los
favores se deben hacer poco a poco con el objetivo de que se aprecien mejor.
Los hombres, cuando reciben el bien de quien esperaban iba a causarles mal,
se sienten m�s obligados con quien ha resultado ser su benefactor, el pueblo
le cobra as� un afecto mayor que si hubiera sido conducido al Principado con
su apoyo.
Prudencia
El que no detecta los males cuando nacen, no
es verdaderamente prudente.
El arte de la
guerra
Un pr�ncipe que no se preocupe del arte de la
guerra, aparte de las calamidades que le pueden acaecer, jam�s podr� ser
apreciado por sus soldados ni tampoco fiarse de ellos.
Lo que se debe
hacer
Quien deja a un lado lo que se hace por lo que
se deber�a hacer, aprende antes su ruina que su preservaci�n.
Generosidad
Hay que ser liberal con todos aquellos a
quienes no quita nada - que son much�simos - y taca�o con todos aquellos a
quienes no da, que son pocos.
Con aquello que no es tuyo ni de tus s�bditos
se puede ser considerablemente m�s generoso. El gastar lo de los otros no te
quita consideraci�n, antes que la aumenta.
Castigos
Con poqu�simos castigos ejemplares ser� m�s
clemente que aquellos otros que, por excesiva clemencia, permiten que los
des�rdenes contin�en, de lo cual surgen siempre asesinatos y rapi�as.
Naturaleza humana
Se puede decir de los hombres lo siguiente:
son ingratos, volubles, simulan lo que no son y disimulan lo que son, huyen
del peligro, est�n �vidos de ganancia; y mientras les haces favores son
todos tuyos, te ofrecen la sangre, los bienes, la vida y los hijos cuando la
necesidad est� lejos; pero cuando �sta se te viene encima vuelven la cara.
Los hombres olvidan con mayor rapidez la muerte de su padre que la p�rdida
de su patrimonio.
La naturaleza de los hombres es contraer
obligaciones entre s� tanto por los favores que se hacen como por los que se
reciben.
Evitar el odio del
pueblo
El pr�ncipe debe hacerse temer de manera que
si le es imposible ganarse el amor del pueblo consiga evitar el odio, porque
puede combinarse perfectamente el ser temido y el no ser odiado. El pr�ncipe
debe evitar todo aquello que lo pueda hacer odioso o despreciado.
Fidelidad a la
palabra dada
No puede un se�or prudente - ni debe- guardar
fidelidad a su palabra cuando tal fidelidad se vuelve en contra suya y han
desaparecido los motivos que determinaron su promesa. Si los hombres fueran
todos buenos, este precepto no ser�a correcto, pero- puesto que son malos y
no te guardar�an a ti su palabra- t� tampoco tienes por que guardarles la
tuya.
Delegar las medidas
impopulares
Los pr�ncipes debe ejecutar a trav�s de otros
las medidas que puedan acarrearle odio y ejecutar por s� mismo aquellas que
le reportan el favor de los s�bditos. Debe estimar a los nobles, pero no
hacerse odiar del pueblo.
Entretener al
pueblo
Se debe entretener al pueblo en las �pocas
convenientes del a�o con fiestas y espect�culos.
Alianzas
Hay que guardarse de entablar una alianza con
alguien mas poderoso que tu para atacar a otros, a no ser que te veas
forzado a ello. La raz�n es que en caso de victoria te haces su prisionero y
los pr�ncipes deben evitar en la medida de lo posible el estar a discreci�n
de los dem�s. Tambi�n se adquiere prestigio cuando se es un verdadero amigo
y un verdadero enemigo, es decir, cuando se pone resueltamente en favor de
alguien contra alg�n otro. Esta forma de actuar es siempre m�s �til que
permanecer neutral, porque cuando dos estados vecinos entran en guerra, como
son de tales caracter�sticas que si vence uno de ellos haya de temer al
vencedor. El vencedor no quiere amigos dudosos que no lo defiendan en la
adversidad; el derrotado no te concede refugio por no haber querido
compartir su suerte con las armas en la mano.
Prestigio
Ayuda tambi�n bastante dar ejemplos
sorprendentes en su administraci�n de los asuntos interiores, de forma que
cuando alg�n subordinado lleve a cabo alguna acci�n extraordinaria (buena o
mala), se adopte un premio o un castigo que de suficiente motivo para que se
hable de �l. Hay que ingeni�rselas, por encima de todo, para que cada una de
nuestras acciones nos proporcionen fama de hombres grandes y de ingenio
excelente. Hay muchas gentes que estiman que un pr�ncipe sabio debe, cuando
tenga la oportunidad, fomentarse con astucia alguna oposici�n a fin de que
una vez vencida brille a mayor altura su grandeza.
Elecci�n y manejo
de consejeros
No hay otro medio de defenderse de las
adulaciones que hacer comprender a los hombres que no te ofenden si te dicen
la verdad; pero cuando todo el mundo puede dec�rtela te falta el respeto. Un
pr�ncipe prudente se procura un tercer procedimiento: elige hombres sensatos
y otorga solamente a ellos la libertad de decirle la verdad, y �nicamente en
aquellas cosas de las que les pregunta y no de ninguna otra.
Simular y disimular
Es necesario ser un gran simulador y
disimulador: y los hombres son tan simples y se someten hasta tal punto a
las necesidades presentes que el que enga�a encontrar� siempre quien se deje
enga�ar. Cada uno ve lo que parece, pero pocos palpan lo que eres. La poca
prudencia de los hombres impulsa a comenzar una cosa y, por las ventajas
inmediatas que ella procura, no se percata del veneno que por debajo est�
escondido.
Cualidades del
Pr�ncipe
De ciertas cualidades que el pr�ncipe pudiera
tener, incluso me atrever� a decir que si se las tiene y se las observa
siempre son perjudiciales, pero s� aparenta tenerlas son �tiles; por
ejemplo: parecer clemente, leal, humano, �ntegro, devoto, y serlo, pero
tener el �nimo predispuesto de tal manera que si es necesario no serlo,
puedas y sepas adoptar la cualidad contraria.
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